El laboratorio de análisis de conducta se encarga de realizar cualesquiera de las investigaciones clínico-criminológicas o victimológicas de los comportamientos que se suceden en un hecho delictivo, así como los estudios individuales del agresor de un delito al objeto de realizar pronósticos de conducta delictiva, diagnósticos sobre los estados de peligrosidad, testimonio y veracidad, así como factores etiológicos de su comportamiento, garantizándose los informes periciales gracias a una exhaustiva formación continuada en criminología clínica, ciencias de la conducta, psicopatología judicial, medicina legal y forense, victimología, testimonio y veracidad, criminalística, así como investigación criminal.
Una novedad del laboratorio de análisis de conducta se refiere a los diagnósticos sobre perfiles criminales a partir del estudio de las escenas de los delitos cometidos, así como las declaraciones y pruebas obtenidas en el transcurso de una investigación criminal.
Por último, tenemos los estudios de victimación, realizando investigaciones sobre los comportamientos de las víctimas de los delitos, sus reacciones ante la conducta criminal, valoraciones sobre la sinceridad de los testimonios, factores etiológicos de victimación, perfiles victimales, dinámicas de los comportamientos, consecuencias de victimación, así como pronósticos futuros de victimación, aconsejando sobre pautas de tratamiento.
Las principales técnicas utilizadas en el desarrollo de los informes vienen siendo utilizadas por el Centro Internacional de Formación e Investigación en Psicopatología Criminal y Forense (PCF Internacional), la Unidad de Ciencias de Comportamiento del FBI Quantico Virginia Oeste, así como la Mental Health, Law and Policy Institute Simon Fraser University.
El área de análisis de conducta del ICAC se auxilia de un moderno equipamiento y laboratorio forense para el análisis e interpretación de cualesquiera de los vestigios biológicos y no biológicos recogidos en el transcurso de una investigación criminal, contando con maletines profesionales de inspección ocular, avanzados equipos de fotografía forense, así como programas de software especializados de espectrometría molecular, lo que unido a la amplia bibliografía especializada y las bases de datos acumuladas sobre perfiles de conducta y mapas criminales-victimales, además de las instalaciones preparadas al efecto para el desarrollo de entrevistas profesionales, son elementos más que suficientes para garantizar la calidad de los informes periciales.